Mayo/23 Villaveces, directora Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia – AvanCiencia, considera que el ministro Luna no se empoderó de su rol de líder político del sector.
Después de una crisis política, el pasado 25 de abril el Presidente Gustavo Petro les pidió la renuncia a todos sus ministros y se las aceptó a seis, uno de los cuales fue Arturo Luna, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación. Luna, un biólogo de la Universidad de Sucre, había trabajando en MinCiencias sin un rol destacado, ni un liderazgo particular. Sin embargo, su conocimiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación hacía que, para la comunidad científica, se tratara, por lo menos, de alguien que conocía el sector.
Lea: Gobierno perfila dirección de Minciencias al estilo de lo hecho con Mineducación
Con escasos ocho meses en la cartera, Arturo Luna tuvo varios aciertos: el primero fue que logró capotear a los medios de comunicación cuando, después de su designación se supo que el propio MinCiencias lo había demandado porque, después de varios requerimientos, el funcionario no había allegado los documentos para ocupar el cargo. Con tranquilidad y dando la cara el hoy ex ministro logró dar explicaciones satisfactorias sobre la situación y poner de lado esa situación para concentrarse en su labor.
Lea: Reconocimiento, crítica y duda jurídica en torno del nuevo Minciencias, Arturo Luna
Otros aciertos del Ministro Luna estuvieron ligados a su habilidad para firmar convenios. En febrero suscribió una declaración de interés con el importante centro de investigación internacional CERN para ampliar las colaboraciones entre los investigadores de ese centro de investigación con investigadores colombianos que hasta la fecha se habían limitado a ser con las Universidades Antonio Nariño, Nacional de Colombia, de los Andes y de Antioquia. Se espera que esto permita que investigadores de otras universidades puedan trabajar en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), lo cual será de gran importancia para el crecimiento de la ciencia en Colombia. Por otra parte, en abril, el Ministro suscribió un acuerdo con Bogotá para fortalecer la producción de vacunas propias y confirmó que desde MinCiencias se abrirían convocatorias para financiar tales desarrollos científicos que ayudarían a la autonomía sanitaria.
Pese a esos ejemplos positivos, también es relevante mencionar que el Ministro Luna no se empoderó de su rol de líder político del sector. Su participación en la defensa de los artículos sobre ciencia en el Plan Nacional de Desarrollo fue tímida. Esto, entre otras cosa, hizo que los parlamentarios suprimieran la propuesta presentada por el gobierno de crear una Agencia para administrar los recursos de la investigación. El resultado fue que el sector perdió una oportunidad histórica de haber logrado que Minciencias pudiera concentrarse en estructurar y poner a andar una política seria de proyección del desarrollo del país con base en ciencia, tecnología e innovación, mientras que la Agencia se encargara de la administración de la financiación de proyectos de investigación.
La falta de liderzago político también se vio por el silencio que tuvo frente a la presentación del MinHacienda del anteproyecto de presupuesto para el 2024 en el que disminuían casi en un 50% el presupuesto del sector. Tuvo que ser la comunidad científica la que alertara sobre esa situación en medios y la respuesta del ministro fue que estuviéramos tranquilos que sólo se trataba de un anteproyecto.
Esperemos que la nueva ministra logre construir sobre lo positivo que dejó hecho Luna, se empodere como líder política del sector y, a corto plazo, evite que el MinHacienda disminuya el presupuesto de ciencia, tecnología e innovación para el 2024.