Mayo 25/23 Las universidades que no se adapten a las fuerzas tecnológicas inevitables serán obsoletas. Para evolucionar hacia una universidad híbrida expandida, se necesita una gobernanza abierta, con gestión emprendedora y sentido de empresa.
La categórica afirmación es del académico español Hugo Pardo Kuklinski, considerado un “diseñador de experiencias de aprendizaje”, autor de varios libros sobre digitalidad, formación híbrida y cultura digital, entre otros, y quien con la Escuela de Educación de la UPB Virtual, en Medellín, presentó hace pocos días el libro “Los futuros inevitables de la Universidad. Ideas para gestores hacia la consolidación híbrida”.
Pardo insiste que “sin un rediseño de la gobernanza y la gestión hacia modelos ágiles y gerenciales, muchas de las instituciones superiores quedarán rezagadas en términos de prestigio y validación social de sus graduados, especialmente en la percepción del beneficio que obtienen de sus estudios”.
Cita cómo, por ejemplo, según una investigación de Hanover Research en EE.UU., el 50% de la generación Z (los nacidos entre 1995 y 2012) están abiertos a buscar otras opciones a una licenciatura universitaria de cuatro años, y que esto se debe a su percepción de falta de beneficios tangibles que obtienen de sus estudios, especialmente la preparación profesional para tener éxito en el mercado laboral.
Por que, como señala Juan Francisco Vásquez Carvajal, decano de la Escuela de Educación y Pedagogía de la UPB, “la velocidad con que se vienen generando los cambios demandan también mayor agilidad a la hora de entregar resultados a la sociedad” , como respuesta a lo que, a su vez, indica Andrés Ochoa Duque, constituye la “inmovilidad que la cultura universitaria tradicional puede generar en aquellos docentes y académicos que se limitan a un solo tipo de experiencia pedagógica dentro de los campus a través de los años… por lo que lo realmente importante es que la universidad diseñe los perfiles y se esfuerce por atraer, promover y retener el mejor talento posible”.
Como alternativas a estas situaciones, Pardo enumera las que llama 12 tendencias inevitables del postdigitalismo y cómo estas se entrelazan con las innovaciones que la educación superior debería llevar adelante en esta década.
1) BECOMING: Volverse otra cosa, devenirse en un permanente presente sin fin.
2) COGNIFYING: Agregar conocimiento con inteligencia artificial a todos nuestros diseños.
3) FLOWING: La ingeniería del flujo es más importante que el producto final.
4) SCREENING: La vida en las pantallas hace perder reverencia al texto impreso y a sus características de objetividad, pensamiento lineal y precisión científica.
5) ACCESING: La propiedad ya no es tan importante como era. Lo importante es el acceso.
6) SHARING: Todo lo que pueda ser compartido será compartido mejor, más rápido, más barato, y de muchas maneras que aún hoy no existen.
7) FILTERING: Toda interfaz digital filtra nuestra línea de tiempo e impone nuevas capas de intermediación para eliminar del flujo todo lo que se considera ruido. La interfaz condiciona la interacción.
8) REMIXING: Nada puede permanecer sin ser modificado. Cada creación valiosa será transformada en algo diferente. Invención es siempre.
9) INTERACTING: El futuro de la tecnología reside en gran medida en poder descubrir nuevas interacciones, con o sin participación humana directa.
10) TRACKING: Todo lo que pueda ser rastreado, lo está siendo por alguien en algún lugar del mundo.
11) QUESTIONING: En la era de la conexión global instantánea, nuestras certezas acerca de las cosas han decrecido. A cada nueva invención, suceden en paralelo nuevas ignorancias.
12) BEGINNING: Habrá nuevos progresos y a partir de allí nuevos problemas que mitigar.
El texto se complementa con casos concretos de buenas prácticas en diversas instituciones educativas del mundo, en ámbitos como, por ejemplo, gobernanza, campus físicos y virtuales, profesores y estudiantes, mercado laboral, comunicación científica, blockchain, multiversidades e hibridaciones, entre otros.