Perfil de un rector: Harold Castilla Devoz – Corporación Universitaria Minuto de Dios

Nov 11/23 Con 100 mil estudiantes, Uniminuto es la más grande IES privada. Su éxito combina tanto la labor pastoral de la comunidad Eudista como el enfoque gerencial alimentado desde la rectoría de Harold Castilla Devoz.

 

Caracterización de la institución

La Corporación Universitaria Minuto de Dios Uniminuto es una obra de la Congregación de Jesús y María, fundada por el sacerdote francés Juan Eudes, y de allí su identificación como comunidad Eudista. La IES se considera una apuesta de educación en función de la inclusión social.

Su cobertura es nacional y atiende estudiantes a través de 52 centros, mediante una organización de 12 rectorías regionales. Su actual oferta tiene 30 registros de maestría, más de 70 especializaciones, 123 programas universitarios, 21 tecnológicos y 26 técnicos profesionales, en modalidad presencial, virtual y a distancia. Registra más de 100 grupos de investigación. “Somos la única Institución de Educación Superior en Colombia con un Parque Científico de Innovación Social y ocho equipamientos culturales, entre ellos el Agroparque Sabio Mutis y el Jardín Botánico UNIMINUTO, que es el museo a cielo abierto más grande de Latinoamérica”, indica el rector.

La complejidad de esta multioferta y de los diversos contextos regionales le han demandado múltiples esfuerzos para garantizar idóneas condiciones de calidad en todo el territorio nacional. Hace poco su sede principal, Bogotá, tuvo la visita de acreditación institucional del CNA, y está a la espera de resultados.

Por su tamaño, impacto y presencial nacional e internacional, es una IES joven. Fue inspirada por el padre Rafael García Herreros (reconocido por la comunidad como Siervo de Dios), quien integró a la Corporación El Minuto de Dios, al Centro Carismático Minuto de Dios y a la Congregación de Jesús y María para fundar la IES, en 1990. En 1992 se iniciaron las operaciones académicas.

En tres décadas sólo ha tenido cuatro rectores: El primero fue el padre Mario Hormaza, quien apoyó la alineación institucional en cuanto al proyecto y filosofía. En 1997 asumió el padre Camilo Bernal Hadad, quien luego pasó a ser director general del SENA en 2011, por lo que, entonces, llegó el no sacerdote y exrector de Unibagué, Leonidas López Herrán, y en 2017 el Consejo de Fundadores (máximo órgano de gobierno), designó a Harold Castilla de Voz.

 

Testigo de la historia institucional

Castilla de Voz es oriundo de Turbaná, Bolívar. Estudió filosofía en el Seminario Mayor Juan XXIII y en la Universidad Santo Tomás; además de Teología en la Universidad Javeriana; Literatura y Ciencias Sociales y es especialista en Ética Social y Doctrina Social de la iglesia de la Universidad Gregoriana de Roma, Italia. También tiene un doctorado en Educación de Nova Southeastern University de Estados Unidos.

Auncuando no era sacerdote en 1992, cuando inició la Corporación Universitaria, Castilla ha vivido toda la evolución institucional de Uniminuto. Fue el primer director de admisiones y registro, además de secretario general, decano de las facultades de Ciencias de la Comunicación y de Ciencias Humanas y Sociales, Vicerrector Académico, Rector de la Sede Principal y Vicerrector General.

Castilla considera esencial que, para ejercer debidamente la rectoría, le debe “caber la Universidad en la cabeza”, y eso le ha llevado a que no sólo se haya formado en temas relacionados y haya hecho carrera en cargos de dirección universitaria, sino que es un activo participante de diferentes asociaciones de IES, de escenarios de concertación de política pública, e incluso, columnista en algunos medios.  

“Ser rector hoy significa vivir una época muy desafiante que demanda serenidad, comprensión, análisis del dato y discernimiento”

Su primera re-elección se dio en 2020 y la segunda en marzo de este año. Y podría seguir otro u otros periodos más, pues los estatutos no establecen límite. Los resultados son los que avalan la gestión.

Reconoce que la dinamica de la institucion “es compleja”, que el rector debe atender aspectos administrativos numéricos, académicos y de factor humano, que lo llevan a estar aprendiendo continuamente. De ahí que su mirada se base en “aprender haciendo y aprender sirviendo” y que para ello es esencial “mucho diálogo, mucha escucha y mucha presencia en las regiones”. Además, es un rector que, dice, nunca ha dejado de dar clase, para no apartarse de su comunidad académica.

 

El modelo de organización para la gestión

Como institución privada, adscrita a una comunidad religiosa, Uniminuto se orienta por una visión abierta de la gestión universitaria. Es decir, los altos cargos directivos no necesariamente tienen que estar ocupados por sacerdotes y, por el contrario, ha decidido complementar la mirada eclesial con aportes técnicos, sectoriales y gerenciales.

Es así como en su Consejo de Fundadores tienen asiento personas que han ejercido importantes cargos empresariales como, por ejemplo, la exministra de Agricultura María del Rosario Sintes; la expresidenta de la Cámara de Comercio y exministra de Educación, María Fernanda Campo; y Fernando Ojalvo Prieto, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Grupo Sura, entre otros.  El crecimiento de la institución se direcciona no sólo mediante el plan de desarrollo a 2030 sino también como producto del acompañamiento de la consultora estratégica McKinsey.

Además de las 12 rectorías regionales, que operan bajo un modelo de federativo (cada una tiene su propio consejo superior), lo que demanda habilidades especiales de parte de la Rectoría General para asegurar la unidad en la dirección de la institución, Castilla gestiona con un equipo de vicerrectores, con experiencia técnica y reconocimiento sectorial y no necesariamente miembros de la comunidad Eudista, conformado por la exviceministra de Educación Superior y exrectora universitaria, Patricia Martínez Barrios, como Vicerrectora General de Sedes; Stéphanie Lavaux, exvicerrectora de la Universidad del Rosario, como Vicerrectora General Académica; al igual que Mario Cárdenas García, como Vicerrector General de Servicios Integrados; el padre Germán Gándara Ricardo, como Director de Pastoral e Identidad Institucional; Omeiro Castro Ramírez, como Director de Planeación y Calidad; Santiago Vélez Álvarez, como Gerente de Desarrollo Rural; Linda Lucía Guarín Gutiérrez, como secretaria general; y Óscar Eduardo Moncayo, como gerente de Transformación.

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En la foto (2023), el equipo de alta dirección de Uniminuto, complementado por el padre Diego Jaramillo, Presidente del Consejo de Fundadores, con directores y rectores regionales.
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Esta organización multidisciplinaria apuesta por, en palabras del rector,seguir creciendo con calidad, llegar a los territorios y acercarlos a la educación superior”. Para ello se ha potenciado una cultura en la que conceptos como indicadores de gestión, objetivos, metas, KPI´s, gestión por resultados y planes de trabajo les son propios.

Eso conlleva a ser creativos y eficientes en la búsqueda de recursos. Con matrículas para estratos medios y bajos y la ausencia de programas de explícito fomento estatal, las IES privadas tienen que rebuscarse, y Uniminuto ha sido muy eficiente en ello. Lo más desafiante del día a día es tener todos los recursos para la labor educativa, pues parte de nuestra misión es no encarecer el servicio”, señala el rector.

Créditos internacionales (por ejemplo, hace unas semanas la Corporación Financiera Internacional IFC otorgó nuevos recursos de financiación por 72 mil millones de pesos a Uniminuto), múltiples alianzas con el sector empresarial y gobiernos locales y padrinos han sido parte de su estrategia. Por ejemplo, el Grupo Colpatria donó a la IES buena parte de los recursos para la construcción de una nueva sede en el popular barrio El Perdomo, en Bogotá. Para el padre Diego Jaramillo, parte del ADN de El Minuto de Dios es ejecutar la obra a la luz de muchas alianzas.

Como producto de estos ejercicios, la Institución ha definido que su proyección en crecimiento será de 170 mil estudiantes, en la totalidad de su matrícula, en todos sus sistemas, programas y regiones. Es decir, crecer un 70 % frente a lo actual.

 

¿Cómo puede crecer hoy una institución de educación superior de inspiración religiosa?  

Un panorama actual del sector sugiere que las IES privadas y orientadas por comunidades religiosas pueden experimentar más desafiantes retos de demanda (matrícula) que las universidades públicas y laicas. El no contar con el respaldo gubernamental, en temas de gratuidad, así como llegar a jóvenes en un entorno que busca dar mayor protagonismo a los valores “no tradicionales” de la Iglesia, configuran un panorama amenazante para instituciones como Uniminuto.

Si bien Castilla reconoce que el entorno no es fácil, sabe que una debida “gerencia” de la institución, acompañada de una actitud de apertura hacia otras ideas (más realidades que ideas) y formas de ver el mundo son esenciales para continuar su labor educativa y pastoral. Advierte que la labor de Uniminuto mantiene plena vigencia mientras grandes sectores sociales demanden de formación. “Somos una comunidad capaz de abrirse al pensamiento… para interpretar y hallarle el camino de respuesta a toda esta realidad en medio de su complejidad e inquietudes. Tenemos que promover un liderazgo adaptativo capaz de movilizar personas en torno de propósitos superiores”.

De forma práctica y sincera, reconoce que “esto cambió”, en referencia a los nuevos escenarios de la educación superior. “Si no nos damos cuenta de eso, apague y vámonos. Hay una recomposición absoluta del mercado. Las motivaciones y los anhelos de las personas son otros, y como es con personas con quienes trabajamos las IES debemos partir del hecho de que no somos plataformas y que lo nuestro es crear propuestas de valor”, señala. “Al fin y al cabo, como sacerdotes, formamos la persona humana, con responsabilidad social, y eso ha significado gran parte del impacto de Uniminuto con sus más de 200 mil egresados”.

“¿Qué pasaría en este país sin Uniminuto?”

 

¿Hasta dónde y cuándo llegará Castilla en Uniminuto?

Consultado sobre su proyección como rector general, Castilla no expresa preocupación por ello. Es una pregunta que, para él, aún no parece tener importancia. Señala que “uno tiene que saber cuándo hacerse a un costado”, al tiempo que dice que “mientras que la Institución se siga consolidando y se den formas de servir activamente, como Eudista”, es mejor encomendarse al designio divino.

Información relacionada: Perfiles de otros rectores.

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